Aventurada 3

 

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Siempre tuve  claro que la primera vez que fuera a Nueva York entraría a la gran manzana subido a una limusina, atravesando el puente de Brooklyn y sonando el “New York, New York”.

Así fue. No faltó ni uno de los detalles. Soy consciente de lo frikísimo (si me permitís esta expresión) que es, pero también era consciente de que a Nueva York sólo se llega por primera vez una vez en la vida. Y eso es una de las cosas que hay que hacer a lo grande.

 Aeropuerto JFK, una tarde de Agosto, de hace ya unos cuantos años. Tras dos agotadores vuelos (estas combinaciones imposibles que haces por ahorrarte 50 Euros en un pasaje de 900), llegamos a destino. Paso de extranjería (eso merece otra “aventurada”), recogida de equipaje (junto a Carolina Herrera) y salida a suelo americano.

La impaciencia se apoderaba de nosotros en el andén. No aparecía el coche que nos debía llevar al hotel en Manhattan.

– “¿¿Estás seguro de que escribiste bien la hora en el mail??”

– “¡¡Cállense!. Aprovechen y fumen ahora que pueden!!”.

No puede ser. Ese no puede ser nuestro coche. OMG!!. WTF!!….

Una limusina de más de 8 metros tipo Cadillac…. ¡¡blanca!!. Primera horterada superada. Con creces. Como tiene que ser cuando vas a Estados Unidos.

Todos para adentro. Ocupen sus asientos que este casi jet privado va a despegar. Sabemos hacia donde, no por donde.Habíamos especificado el punto de recogida, el destino, y que queríamos entrar por Brooklyn a pesar del rodeo que hay que dar.

 Y saqué el CD (¿dónde estará?), y se lo di al chófer, y sonaron tantas versiones del “New York, New York” como hay. La de Sinatra (me quedo  con su swing), la de la Minelli (me quedo con su punch), la de Sinatra y Minelli en vivo y en Las Vegas (LO MAS), la de la Minelli y Pavarotti (ya dije que sonaron todas las versiones del mundo). Pero además, que recuerde, estaban grabados el maravilloso“Leaving New York” de REM y el “I love New York” de Madonna. Monotema total. Alguna otra habría que no recuerdo ahora. En definitiva, momento freak-hortera (admito y asumo todo tipo de adjetivos) para enmarcar y no olvidar.

 Y de este modo fue como atravesamos el puente de Brooklyn, cantando y riendo, porque ciertamente no nos creíamos que estuviésemos allí. Porque había costado mucho ese viaje (y no me refiero a dinero). Porque hubo una vez, unos años antes, que lo teníamos todo preparado para ir y lo tuvimos que suspender. El próximo 3 de Octubre hará 10 años de ese vuelo que nunca cogimos, que despegó desde Frankfurt y llegó a Nueva York. A una Nueva York que no era Nueva York. No la que nosotros queríamos conocer. Y que después sí que conocimos. Vaya si lo hicimos.

 

Think Ginger, Win Grammy

Ponga una pelirroja o un pelirrojo en su serie. Seguro que le hace falta. Aportará, aparte de clichés, muchísimas cosas más. Se convertirá en LA PELIRROJA o EL PELIRROJO de la serie. Y ese título, está muy cotizado. Que se lo digan Damian Lewis, flamante ganador del Emmy al mejor actor en serie dramática por “Homeland” (la serie también ganó) esta pasada madrugada hora Española.

 Sobre ellos recae, automáticamente, el sexy  y el misterio. También lo turbador y lo inquietante. Otras muchas veces reciben la etiqueta, no siempre con acierto, de los graciosos/histéricos de la serie (¿verdad Debra Messing ?). Pero prefiero quedarme con los personajes con miga. Fuera las graciosas sin gracia. Aunque sean pelirrojas.

 Comencemos…

 Si hay que hablar de pelirrojas de series, aunque esto no es un ranking, hay una número uno. Una pelirroja 100%.Es Christina Hendricks y su Joan de “Mad Men”. Prefiero no adjetivarla demasiado por si el post toma un giro inadecuado. Dejémoslo en que su físico rotundo, acompañado de una impecable interpretación en la que matiza la debilidad que yace bajo esa imponente fachada, hace que cada vez que salga en pantalla la serie suba enteros (que ya es decir). Los guionistas lo saben, y por eso la dosifican tanto. Para ganar el Emmy el año que viene, tanto ella como la serie (otra vez), a lo mejor tienen que contar más con la secretaria de secretarias (ya socia en esta última temporada).

 Otra pelirroja indispensable es la estupenda Deborah Ann Woll. Hace tiempo que “True Blood” cayó en la locura, y muchas veces en el desacierto, más absoluto. Sin embargo, la atormentada y caliente juventud vampírica de Jessica sigue siendo de lo mejor de la serie. Hay otra pelirroja en la trama (Arlene), pero a esa le tocó el papel de tonta/simpática que no mola nada. Ni ella, ni su historia.

 También los tenemos (permítanme la expresión) como asesinos maravillosos. Y es que tanto Ruth Wilson y su Alice Morgan, como Michael C. Hall y su Dexter Morgan son ..…¿hermanos?.Queremos spin off YA. Un “Tu a Boston y yo a California” convertido en un “Tu a Londres y yo a Miami” con una parricida por un lado y un asesino en serie por otro. Los hermanos Morgan juntos, uniendo sus retorcidas (y pelirrojas) cabezas.

Mención aparte debería tener la Sugar de Romola Garai en esa joya de las miniseries llamada “The crimson petal and the White”, donde curiosamente una de las pelirrojas de rompe y rasga de la historia de la televisión, una irreconocible Gillian Anderson, hace de madre de la protagonista.

 Los hay atormentados (la Sarah Linden de Mireille Enos o el ya nombrado sargento Brodie de Damian Lewis) y sexys y simpáticas (Sarah Rafferty y su Donna). ¿ A quién no le gusta Sansa Stark de “Juego de tronos”? . La Khaleesi debería probar un tinte. A lo mejor le hacían más caso y recuperaba su legado.

Inquietantes, misteriosos, atormentados, frágiles, fríos y ardientes,¿qué más se le puede pedir a un personaje?

Lo pelirrojo lo lleva incluido. Probablemente el premio Grammy (o la nominación) también.

Afinados

 

El pasado Miércoles, Telecinco por fin estrenó la tan esperada (y anunciada) “La Voz”.

Adaptación del original “The voice of Holland”, emitida por primera vez en 2010, la voz española asume a la perfección su origen.

Soy de la idea de que si una fórmula funciona en todo el mundo, y cuando digo en todo el mundo, en el caso de “The Voice”, es todo el mundo, para qué inventar. Apostar sobre lo seguro. Y eso es lo que Boomerang ha hecho para Telecinco.  

Creo que era hora que a España llegaran los programas de late night montados “a la americana”. La fórmula española del talent show estaba agotadísima. Y ha sido curioso el efecto en el espectador. El programa ha conseguido una entrada triunfal en la parrilla y el comentario favorable de casi todo el que lo vio. Todos aquellos que no se habían acercado a  las versiones holandesas, inglesas o americanas (las que más repercusión han tenido), se han visto sorprendidos por un formato ágil y directo.

Los que hemos visto algo de las variantes extranjeras, nos hemos dado cuenta con agrado de que se ha respetado el formato, esencia y plató en un 100%.

Hablemos del jurado, donde, según mi punto de vista, unos salen mejor parados que otros.

He de admitir, que tras disfrutar los Levine, Aguilera, Jessie J, Tom Jones, etc…de las versiones extranjeras, los coach españoles, a priori, se me quedaban en poca cosa para un programa con tanto punch. Daba la sensación de que Antena 3 se había adelantado y se había llevado toda la artillería pesada para su “Numero Uno”.

¿Es adecuada Rosario para juzgar a nadie por su voz? ¿O Melendi? Pero ya con ellos subidos al carro, qué quieren que les diga, me gustó la capacidad que puede tener Melendi de dar espectáculo (se ha aprendido muy bien la lección de los coachs extranjeros-precursores) y no me gustó tanto la pose “nosotros los artistas” de Rosario. Malú sí que tiene que saber de lo que habla y Bisbal ha evolucionado (digámoslo así) del “im-prezzionante” al “eres guapízzima” y al “ole!ole! y oooole!!!!” (pereza total).

En cualquier caso, de lo que se trata es que haya química y ritmo entre ellos. Y los hay. Y el pack funciona…Pues ya está.

LO MEJOR: El formato, el montaje, la realización,el plató, Jesús Vázquez, Melendi y alguno de los concursantes.

LO PEOR: Rosario, la chaqueta de Jesús Vázquez y alguno de los concursantes (muchos como muy Canal Sur).

Una casa para Don

 

Todas las obras maestras de la arquitectura tienen una historia interesante detrás.

La casa Farnsworth también. Dicen que la relación entre cliente y arquitecto, fue algo más que profesional, y que el despecho de la doctora Farnsworth les llevó a los tribunales. Ella perdió. Pero se quedó con la casa.

No sé si eso es perder del todo.

Supongo que el juez llegaría a la conclusión de que por mucho desfase presupuestario que la vivienda, que Mies Van der Rohe proyectó para su supuesta amante, llevara consigo, el fin justifica los medios, y que en este caso, lo de menos es más, se convertiría, además, en un con menos no se puede hacer el mucho más.

 

Por tanto, presupuesto que se disparata al canto, pero casoplón para la doctora. Y un amante menos.

Blogs que entren en los detalles técnicos de la casa Farnsworth hay a cientos. Este no es el sitio.

Sin embargo, no sería justo reducir esta entrada a un gossip post de arquitectura.

Mezclemos las dos cosas. A ver si se puede.

Travertino, acero y cristal.

Cerramiento totalmente transparente.

Pornografía residencial pura.

Exhibicionismo y excentricidad en medio de una finca de 24 Hectáreas a 90 Kilómetros  de Chicago.

Donde nadie nos vea. Genial.

Primavera – Verano

Otoño

Invierno

Casa flotante que se viste de cualquier estación y le quedan mejor que a nadie (que me perdone la Fallingwater House y Frank Lloyd Wright).

O como llevar la sencillez de la forma y la sofisticación de los materiales, de los rascacielos de Chicago o Nueva York, al campo, y salir victorioso.

El resultado es lo que vemos aun hoy. Una casa moderna, que no necesita de instagram que valga para salir bien en la foto.

¿Es Don Draper?

Y todo esto, ¿a qué conclusión frívola seriéfila, estando los años 50 y amantes de por medio, me lleva? Que esta casa tiene que salir en “Mad Men”. Que tiene que ser el refugio de Don Draper para cuando éste se canse de Megan (que lo hará).

Que esos cristales nos tienen que reflejar un desmeganizado Don Draper revolcándose con la famosa y despechada posMies doctora Fansworth como sólo los de AMC lo saben hacer. Guionistas de Mad Men, ahi lo dejo.

Aquí está el link de la fundación…por si la quieren alquilar…

http://www.farnsworthhouse.org/

 

 

Aventurada 2

16 de Agosto de hace ya unos cuantos veranos. 10 amigos en un viaje de estos planeados durante años. En algún lugar entre Boston y el Niágara canadiense.

El viaje desde la capital de Massachusetts nos había llevado gran parte de la jornada. Era de noche, y todavía no habíamos cruzado la frontera.Todos contentos. Sello de Canadá en los pasaportes. Ahora la misión era encontrar el hotel en el que teníamos la reserva en un pueblo llamado Saint Catherine.

-«Donde coño está eso?»

-«Tranquilos, mi folio-ruta de google indica cómo llegar».

Sí, llegamos sin problemas al pueblo en cuestión, pero, y el hotel, where is it?.

Centro urbano,NO.  Indicaciones,NO. Iluminación,NO.

Calles fantasmas, aparcamientos abandonados y nobody. SI, SI y SI.

-«Vamos a morir!!» -«Cállate coño!!».

Tras circular por un rato y sin rumbo, encontramos una ténue luz en algo así como la recepción de un motel.Y como no quedaba otra, la más angloparlante del grupo se bajó a preguntar. Toc, toc. Se sube a media altura una persiana. Cara de pánico.No la nuestra. La de ella. Esperaba a Norman Bates?.No answer.

Vuelta al coche y al circular sin ton ni son. Siempre podríamos dormir en uno de los cientos de macroparkings por doquier.

-«Allí!!! Hay alguien en la calle!! Vete por allí Fer!!».

-«Excuse me»…

Horror. No podemos decir que fuera la chica de la curva porque estaba en una recta, pero sí que era pálida como el Pattinson,le faltaban un par de dientes y pesaba 45 Kilos. Y que estaba sóla en medio de ningún lado. En Canadá. A las 12 de la noche. Joder, no encontrábamos el único hotel de St. Catherine, pero sí la calle de las putas.

-«Good night señora prostituta» ….

….y seguimos nuestro no camino.

Finalmente, no me digan como, llegamos al Four Points reservado. Dejamos las maletas, y salimos a buscar donde cenar. Acabamos en un Mc Donalds. En medio de un aparcamiento, en una mesa de monte, pasando mucho frio. Pequeños momentos que hacen los viajes inolvidables.

Al día siguiente nos esperaban las cataratas. Y eso impone.

 

Poco ruido y muchas nueces

Si no has visto, y vas a ver, el final de “Damages”, deja de leer YA. Atención. Spoilers.

El pasado Miércoles, la serie de Glenn Close y Rose Byrne acabó para siempre. Tras ser rescatada por Direct TV casi por aclamación fan, nos ha ofrecido dos temporadas que superan los asumidos (y para mi relativos) baches de la segunda y tercera temporada.

Escribo este post sin haber leído ninguna otra opinión, bien sea en otros blogs, tweets o foros, con la intención de que mi visión del final de la serie, sea más claro.

Puede haber gente que esperara un final de “Damages” más show, más dramático. Y yo, quizás después de verlo, puedo haberlo pensado durante cinco minutos posteriores a su fin. Pero tenía que no ser así.

Los que nos consideramos fans de la serie (el término “seguidor” no funciona con “Damages”) nos gustaba que nos engañaran con giros de guión. Sin embargo, estos cambios de tercio, nunca han ido acompañados de músicas para “momentos WTF” ni de guiones autocomplacientes que prolonguen los clímax excesivamente. Los que nos hemos quedamos diciendo “WTF” somos nosotros mientras la serie preparaba otro zarpazo.

Por eso creo que el final ha sido como tenía que ser. No por hacer menos ruido (sin palabras para Close frente al padre), ha podido ser más escandaloso. Me declaro a favor de que la serie haya optado por cerrar siendo fiel a su estilo, fiel a sus fans, sin estridencias. Sólo Patty. Y Ellen. Y ese muelle en algún lugar de los Hamptons. Olvidemos el croma.

Un último apunte con respecto al flashforward final. No sé si sobra. Acabar la serie en la secuencia anterior quizás la hubiera rematado de manera más inquietante. Pero ya que está, me quedo con ese planazo de Glenn Close, y su interpretación made in Marquesa de Merteuil. Todo ello a pesar de esos pelos  de Cruella de Vil.

Con lo que hemos disfrutado con los pelos de Patty y Ellen. Lástima que se haya acabado la serie y nunca se hayan tirado de ellos. No en el sentido figurado (a cientos) sino literal.

11 de Septiembre

Subía a taxis que la llevaban Avenida arriba Avenida abajo, calle izquierda calle derecha.Le hacía sentirse activa. Sabía que era de lo más absurdo, pero para absurda ella. Sentir la electricidad de la ciudad la colocaba en el corazón de la gran manzana. Era ese flujo constante  el que la hacia caminar. Aunque fuera sólo en taxi…

Me gusta, no me gusta, me gusta…

Estoy un poco desconcertado con «The Newsroom», la serie emitida durante este verano por HBO. Les explico porqué. Puedo pasar de adorarla a detestarla en cuestión de segundos. Tiene todo lo malo (a veces lo peor) y todo lo bueno que una serie puede tener.

Delante de un telón político cronológico aparentemente veraz, se pasean teleñecos al más puro estilo Barrio Sésamo, pero sin la gracia ni de Epi ni de Blas. Los personajes, y las historias personales que los unen y desunen, son tópicos, burdos y rozan la caricatura. Es todo muy raro. Perfiles, más propios de sitcoms, integrados (mal) en una trama de sucesos guionizados, aunque tramposamente, de manera eficaz.

Personajes tan de cartón-piedra como este fotomontaje

Sin embargo, lo desconcertante, es que la serie me gusta. La defiendo cuando nos brinda momentos escritos y realizados de manera emocionante. Cuando tirando de efectismo fácil y oportunista nos llega a la fibra. Y son muchos los momentos así que esta primera temporada nos ha regalado. Por eso, definitivamente, me gusta «The NewsRoom».

A pesar de Maggie (¡Pesada!).

Aventurada 1

6 de la mañana. Puerto de Hurghada, Egipto. Destino: Sharm El Sheik. Todo muy exótico. El barco que nos iba a llevar también (en el amplísimo sentido de la palabra).

No suelo marear. Aun así, mi compañero de viaje, experto por aquellos lares, me aconsejó tomarme «la biodramina egipcia» algo así como un anti mareos para caballo, como él los definió. Pues trae pacá…Pastillazo.

Y el barco que deja el puerto, y se empieza a mover mucho. Un trayecto de tres horas por delante. Concentración. No pasa nada. Random del Ipod y ojos cerrados, la combinación perfecta. Mierda, no soporto esta canción. Botón de «siguiente».No abras los ojos. Que mareas más.STOP. Cambio de estado. La pastilla ha hecho efecto y noto que me estoy quedando dormido (o drogado). No sabría distinguir.

A partir de ahí mis recuerdos, hasta puerto, son estar tumbado con los ojos semiabiertos y con la suficiente conciencia para darme cuenta de que las olas pasaban por encima del barco y de que la gente potaba everywhere, pero que yo estaba lo suficientemente dopado para importarme todo más bien poco y, que de morir ahogados, a mi me iban a encontrar con una sonrisa en la cara.

Llegamos salvos. Quitemos lo de sanos.

Cometí un gran error al no visitar la farmacia antes de volver a España. Relaja el rato.

Volví a repetir ese itinerario varias veces más. Eso sí, en avión. Mi jefe no se había tomado la pastilla. Sí, era uno de los de everywhere.

Esta foto se corresponde a un viaje anterior y más plácido en el mismo barco, cuando pensaba que el Mar Rojo era un mar muerto. No way.

El día de Alicia

Los domingos ya no son sólo “el día del señor”. Son “el día de Alicia”.Y es el próximo DOMINGO 30 de Septiembre cuando la eterna, hoy esposa, mañana ex, señora Florrick vuelve a la cadena CBS, en su cuarta temporada. Vuelve  «The Good Wife».

 

Tratar de escribir algo original sobre la serie, a estas alturas, no lo voy ni a intentar. Me rindo a hacerlo, como me rindo a la ficción protagonizada por los miembros de una firma de abogados. Sí, es otra serie más de abogados. Los que la hemos visto, sabemos que no es otra. Es “LA”. Y es “MAS”. La serie de los guiones  perfectos, con episodios autoconclusivos y tramas prolongadísimas y efectivísimas.

 Siempre que recomiendo «The Good Wife», digo que aguanten los primeros 10 capítulos. Después, estás perdido. La serie (como leí en su momento en un magnífico tweet) hasta duele. Y provoca momentos tan extremos, que una vez sufridos-disfrutados, sentimos haberlos visto, porque sabemos que ya no los veremos por primera vez. Y es una putada.

 De los personajes hay tanto que decir, que me reservo un post para cada uno de ellos.

El Miss Dior de Alicia o el pelo de Jackie. Las perlas de Dianne o el Windsor de Will. Qué manera más inteligente de definir los caracteres de cada uno de ellos.

También lo hacen sus casas , ¿cómo es el apartamento de Will? Lo quiero. También me vale, aunque cursi cursi, el piso de Alicia. O ese apartamento blanco hielo de Kalinda . Ay Kalinda, intuimos que nos la vas a liar en esta próxima temporada. Como siempre. Como esperamos. Como tiene que ser.

 

Los fans de la serie “rezamos” para que esta cuarta temporada  el drama siga siendo igual de bueno y Alicia cada vez más mala. Aunque sea en Domingo. Tiene el cielo ganado.

Post dedicado a @Nidiablue. Su pasión por la serie, merece esto y mucho más. Hasta un Emmy.